Acompañadme en este breve cuento en el que brujas, magos y demás artífices del ilusionismo se embarcan en una misión de gran importancia: la restauración de los muebles de Lord Bituario.
¿Has leído Fray Perico y su borrico? Los nombres estaban puestos parecidos: fray Sisebuto, que era muy bruto, fray Nicanor el superior, fray Procopio, el del Telescopio, etc. Ese libro era divertidísimo... y en eso me lo ha recordado tu escrito.
¡Pues no lo conocía! Pero igual lo busco, porque tengo debilidad por los nombres extraños o con rimas de este tipo. Siempre me han hecho reír, no sé por qué. Cuanto más raros, más.
"Fray Nicanor, el superior, era un fraile alto, seco y amarillo; tenía una larga nariz y unos brazos muy largos. De cuatro zancadas recorría el monasterio. Era muy bueno y tenía fama de sabio, aunque había otro más sabio que él, pues tenía en la cabeza metidos todos los libros de la biblioteca. Un millón poco más o menos. Le preguntabas los ríos de Asia y lo sabía; le preguntabas cuántas son ocho por siete y lo sabía. ¡Lo sabía todo!...
Este fraile era fray Olegario, el bibliotecario, que tenía ciento y pico años. Estaba más arrugado que una pasa y más encorvado que el mango de su bastón. Tenía reuma y cuando llovía se le hacía más pequeña una pierna.
(...)
Fray Bautista, el organista, un fraile pequeñito y vivaracho como una ardilla, tocaba en el órgano las mejores cosas que sabía. Pero era un pesado. Había un fraile que se pasaba dando vueltas a la chocolatera todo el día. Hacía chocolate de almendras. Este era fray Cucufate, el del chocolate. Fray Pirulero, el cocinero, era regordete y colorado, como todos los cocineros, y tenía los pies anchos. Andaba de lado, como los patos, y tenía un gorro blanco en la cabeza. Pues déjate que fray Mamerto, el del huerto, ¡pasaba con cada brazada de zanahorias!..."
Es curioso que digas esto, porque yo también suelo esperar a estar dormido para escribir. Lo único malo es el escozor de ojos, pero lo soporto bien y casi no me está afectando, salvo por nada, 4 dioptrías en un ojo y 5 en el otro. Insignificancias.
Vicenta, la bruja que te revienta.
Y cuidadín porque lo hace y no te das ni cuenta.
Jajajaja, me parto... Mauricio, el subrepticio... jajaja
¡Genial!
¡Muchas gracias Mercedes! Me lo pasé muy bien poniendo los nombres 😂
¿Has leído Fray Perico y su borrico? Los nombres estaban puestos parecidos: fray Sisebuto, que era muy bruto, fray Nicanor el superior, fray Procopio, el del Telescopio, etc. Ese libro era divertidísimo... y en eso me lo ha recordado tu escrito.
¡Pues no lo conocía! Pero igual lo busco, porque tengo debilidad por los nombres extraños o con rimas de este tipo. Siempre me han hecho reír, no sé por qué. Cuanto más raros, más.
Y esta era su portada:
https://external-content.duckduckgo.com/iu/?u=https%3A%2F%2Flibroendigital.com%2F35714-thickbox_default%2Ffray-perico-y-su-borrico.jpg&f=1&nofb=1&ipt=5cdd16bde88991316fce1e215503c3d5591ffedd97ced56fa088301e9b4cb40c
🤣🤣🤣
Aquí te lo dejo:
https://rehoya.com/biblioteca/Fray%20Perico%20y%20su%20borrico.pdf
Es un libro infantil pero era divertidísimo.
"Fray Nicanor, el superior, era un fraile alto, seco y amarillo; tenía una larga nariz y unos brazos muy largos. De cuatro zancadas recorría el monasterio. Era muy bueno y tenía fama de sabio, aunque había otro más sabio que él, pues tenía en la cabeza metidos todos los libros de la biblioteca. Un millón poco más o menos. Le preguntabas los ríos de Asia y lo sabía; le preguntabas cuántas son ocho por siete y lo sabía. ¡Lo sabía todo!...
Este fraile era fray Olegario, el bibliotecario, que tenía ciento y pico años. Estaba más arrugado que una pasa y más encorvado que el mango de su bastón. Tenía reuma y cuando llovía se le hacía más pequeña una pierna.
(...)
Fray Bautista, el organista, un fraile pequeñito y vivaracho como una ardilla, tocaba en el órgano las mejores cosas que sabía. Pero era un pesado. Había un fraile que se pasaba dando vueltas a la chocolatera todo el día. Hacía chocolate de almendras. Este era fray Cucufate, el del chocolate. Fray Pirulero, el cocinero, era regordete y colorado, como todos los cocineros, y tenía los pies anchos. Andaba de lado, como los patos, y tenía un gorro blanco en la cabeza. Pues déjate que fray Mamerto, el del huerto, ¡pasaba con cada brazada de zanahorias!..."
🤣🤣🤣🤣
Fantástico 😂
Tengo que esperar a estar dormido para leer esto, ahora no tengo tiempo
Es curioso que digas esto, porque yo también suelo esperar a estar dormido para escribir. Lo único malo es el escozor de ojos, pero lo soporto bien y casi no me está afectando, salvo por nada, 4 dioptrías en un ojo y 5 en el otro. Insignificancias.